Más información sobre esta función cuyo objetivo es convertir cualquier bloque de datos en una longitud fija; sepa qué es el hash.
Aunque se está haciendo muy popular en lo que respecta a blockchain, la función hash existe desde hace mucho tiempo. Sirve para transformar una determinada cantidad de datos en algo de tamaño fijo, independientemente de la cantidad de información de que se trate. En las siguientes líneas, comprenderá mejor el tema, sus características y funcionalidades.
Mediante un algoritmo matemático, esta función pretende tomar un fichero, una clave o una cadena y transformarla en un nuevo valor numérico y alfabético. Con ello, es posible identificar si el artículo ha sufrido algún cambio entre el momento de su creación y el de su verificación.
¿Para qué sirve el hash?
Hay muchos usos para esta función, algunos relacionados con las criptomonedas y otros fuera de este ámbito. Al ser unilateral e irreversible, uno de sus principales objetivos es demostrar que el código en cuestión es el mismo, sin cambios.
Suele utilizarse en el ámbito de la ciberseguridad para realizar comprobaciones de la integridad de la información. Por ejemplo, tengo un archivo muy importante en mi sistema operativo. Así que lo trituro y de vez en cuando lo vuelvo a triturar para compararlo con el original. Si hay algún cambio, el usuario ya está en alerta porque algo como un malware o un virus puede haber alterado el archivo.
Por último:
La verificación a partir de esta función se hace más eficiente, ya que el usuario puede hacerla con mayor rapidez, al ser muchos archivos más pequeños que los originales. De este modo, el hash resultante se convierte en un buen representante del archivo en su conjunto, acercándose lo más posible a la garantía de unicidad.
En general, la función hash es extremadamente importante para la seguridad de los datos.