¿Puede un software interceptar un defecto cardíaco mejor que un médico? Puede y debe hacerlo. Puede porque son los médicos los que han sentado las bases de un sistema de catalogación que hoy distingue 24 tipos diferentes de arritmias cardíacas; debe porque el progreso tecnológico ha producido sensores cada vez más capaces, precisos y menos invasivos. El resultado es que incluso una distinción difícil, como la que existe entre la fibrilación auricular y el aleteo auricular, puede convertirse en algo rutinario cuando un algoritmo analiza los datos. Evitar este tipo de confusión significa poder proceder con el mejor diagnóstico, eliminando los errores iniciales que podrían comprometer el curso posterior del tratamiento.
MODEST: diagnóstico y algoritmos
MODEST es un programa financiado por la Unión Europea cuyo objetivo es desarrollar modelos matemáticos de apoyo al diagnóstico médico. La innovación y la experiencia se convierten así en activos sinérgicos al servicio del paciente, reforzados por lo que el aprendizaje automático es capaz de hacer a partir de diagnósticos previos. MODEST arrojó inmediatamente resultados importantes, con una sensibilidad en la identificación de la fibrilación auricular del 81%.
El director Sebastian Sager explica en qué consiste el experimento:
Intentamos encontrar modelos matemáticos en la literatura que describieran con exactitud lo que ocurre, pero al final tuvimos que crear los nuestros. El segundo paso fue la optimización, en la que participaron muchas disciplinas diferentes: matemáticas, medicina, informática, biología y aprendizaje automático.
Estas herramientas pueden multiplicar la precisión del diagnóstico y, por tanto, mejorar sustancialmente la eficacia del tratamiento. Proyectos del calibre de MODEST (y su financiación) son la clave del futuro de la sanidad, que ahora puede subirse a los hombros de gigantes con herramientas y capacidades de análisis impensables hace unos años.