Ya vimos la semana pasada que el mito de la primera posición ha dado lugar a una serie de malentendidos nada desdeñables: no es el menor de ellos el hecho de que se tienda a suponer que cualquier sitio puede llegar a la primera posición o a la primera página contratando un buen SEO, lo cual es generalmente (por desgracia o por suerte, diría yo) falso. No porque el SEO sea una basura, claro, sino porque muchos proyectos web acaban mal orientados y, en mi pequeña experiencia, dejan en manos del SEO el ‘éxito’ de su proyecto, cosa que el SEO no puede hacer ‘tal cual’, digamos. Siempre me ha parecido muy hipócrita el marketing autorreferencial que lleva a convencer a los clientes de que cualquier sitio puede llegar a la primera página o a la primera posición, y es igualmente erróneo pensar que las redes sociales pueden influir directamente en el posicionamiento: todo lo que tenemos hoy, de hecho, son simples correlaciones entre eventos. Y correlación no implica causalidad.
Una premisa larga pero necesaria para introducir el tema de las redes sociales y su supuesto impacto en el SEO: que bien puede serlo, de hecho, ya que no tenemos forma de demostrar lo contrario. Sin embargo, esto no significa que todo sea aplicable y, en general, yo mantendría las dos áreas muy diferenciadas entre sí para evitar confusiones innecesarias. En otras palabras, se ha visto que pueden darse casos de páginas web bien posicionadas para las que también existe una muy buena tasa de compartición en social; al mismo tiempo, parece ser un hecho que el número de clics en un resultado (CTR) frente a las visualizaciones del mismo es un factor de posicionamiento que acaba influyendo, aunque de forma sustancialmente impredecible, en el mismo. La influencia de las redes sociales en el SEO estuvo muy de moda hace años, cuando se estaba convirtiendo en un tema «de salón» incluso en publicaciones especializadas muy autorizadas, que se han dejado llevar (quizá un poco eufóricamente) por el tema.
De hecho, el problema es que no está claro, a día de hoy, si el hecho de utilizar las redes sociales es un condicionante para el SEO o no, ya que una cosa es suponer que son la causa del posicionamiento (artículos muy compartidos en redes sociales, que además están en primera posición por este motivo), y otra muy distinta pensar que el sitio se habría posicionado igualmente incluso sin esa mejora. Es mucho mejor mantener las dos cosas separadas, en esencia, también porque en muchos proyectos puede no merecer la pena invertir en una u otra, según el caso.
En realidad, las comparticiones en las redes sociales desempeñan un papel importante en el éxito del sitio, pero suele ser sólo en la medida en que producen visitas inmediatas y de coste sustancialmente bajo; a menudo basta con producir artículos con los títulos adecuados, o exasperar el concepto despertando la curiosidad de los usuarios (hasta el punto del puro click baiting, en esencia) para recibir excelentes visitas a través de Facebook o Twitter. En mi opinión, aún está por demostrar si esto influye en el SEO, pero en realidad se trata más de una estrategia alternativa para proporcionar visitas al sitio quizás en previsión de la clasificación esperada que de otra cosa.