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Far Cry 6: Lost Between Worlds, análisis de la nueva expansión del juego de Ubisoft

22 diciembre, 2022

Tras los DLC dedicados a los enemigos históricos de la serie, llega una nueva expansión sobrenatural para el juego de Ubisoft: análisis de Far Cry 6: Lost Between Worlds.

Desde hace varios años, los DLC de la serie Far Cry son sinónimo de experimentación en todos los frentes: en nuestra mente, imaginamos a los coordinadores de los distintos equipos de desarrollo entregando el plan de juego a sus colegas más jóvenes y diciéndoles que hagan lo que quieran con él, sólo para descubrir al final del trabajo lo que sus mentes han ideado

Y así, tras las tres experiencias roguelike que rinden homenaje a la historia de la franquicia y a sus enemigos más carismáticos, ahondando en los recuerdos de Vaas, Pagan Min y Joseph Seed para desvelar interesantes trasfondos, llega otra (¿la última?) expansión con sabor sobrenatural, completamente ajena a la campaña principal.

¿Un experimento con éxito? Te lo desvelamos en nuestro análisis de Far Cry 6: Lost Between Worlds.

Historia: entre extraterrestres y portales

Dani Rojas está tranquilamente tomando una cerveza en la playa de Yara, cuando en un momento dado observa el choque de lo que parece ser un meteorito. El impacto está muy cerca, pero en el momento en que el hombre (o la mujer, según se elija) se acerca al cráter, surge un orbe resplandeciente que, suspendido en el aire, comienza a lanzar rayos sobre todo lo que le rodea.

Sorprendido, Dani saca su pistola y le dispara, provocando una explosión que lo deja inconsciente. Cuando se recupera, una especie de chispa parlante llamada Fai le explica que ha metido la pata, destruyendo su nave y obligando a ambos a permanecer prisioneros en una dimensión paralela hasta que llegue el rescate espacial… dentro de unos millones de años.

La única forma de acelerar el proceso es acceder a una serie de portales y recuperar los cinco cristales necesarios para reparar el vehículo, permitiendo así no sólo que Fai parta hacia su mundo, sino también que Dani regrese a Yara. Sólo hay un problema: los quince escenarios que componen esta realidad alternativa están poblados por criaturas hostiles, armadas hasta los dientes y decididas a eliminar a cualquier invasor.

La historia de Lost Between Worlds se consume en los diálogos entre el protagonista y la entidad alienígena, y no faltan divertidas interjecciones, como cuando ésta adopta forma animal tras recibir cristales, narradas a través de secuencias interludio que presumen de la misma y excelente calidad que las de Far Cry 6.

Estructura: ¿roguelike o roguelite?

No cabe duda de que los desarrolladores de Far Cry 6 sienten predilección por el enfoque roguelike que caracteriza no sólo a los tres DLC dedicados a los villanos de la serie, sino también a Lost Between Worlds. En este caso, sin embargo, quizá no era necesario: la estructura tenía suficiente cuerpo para mantenerse unida incluso en presencia de una progresión normal, por lo que el hecho de tener que volver a empezar al terminar la partida es un extra del que habríamos prescindido gustosamente.

Afortunadamente, aquí también hay elementos que realmente convierten la experiencia en una roguelite menos despiadada: si hemos recogido suficientes chispas, en caso de muerte podemos decidir gastar algunas de ellas para volver a empezar desde el principio de la fase que hayamos alcanzado y así no regresar al punto de partida.

Del mismo modo, la recuperación de los cristales y las habilidades que nos donará el Fai en tales contextos no será nula y, por el contrario, contribuirá a diversificar nuestras expediciones posteriores, permitiéndonos, por ejemplo, acceder a rutas alternativas. Por otro lado, no nos quedamos con el equipamiento, que se confía al azar de vez en cuando, pero que a grandes rasgos se parece al visto en la campaña principal, incluidas pistolas, escopetas, ametralladoras, rifles de francotirador y objetos especiales.

Como ya hemos dicho, Lost Between Worlds ofrece un total de quince escenarios accesibles a través de portales (un poco como en Ratchet & Clank: Rift Apart, aunque aquí la carga de escenarios tarda unos segundos), cada uno con una temática diferente, enemigos más duros, posibles modificadores a tener en cuenta y varias buenas ideas en el apartado visual. Con todo, la duración de unas cuatro horas (pero variable en función de su rendimiento) es adecuada para el precio del paquete.

Juego: Far Cry 6 con un toque de Ikaruga

En nuestro análisis de Far Cry 6 explicamos por qué el juego de disparos de este último episodio de la serie de Ubisoft no nos entusiasmó, lleno como está de cajas de impacto fallidas y una falta general de refinamiento que hacen que simplemente no esté a la altura de su indudable potencial. Por desgracia, la configuración no ha cambiado en la expansión, aunque se han introducido algunas variaciones sobre el tema.

¿Recuerdas el clásico Ikaruga? Pues bien, en Lost Between World podemos cambiar el color de nuestra arma de rojo a azul instantáneamente pulsando el d-pad (pero colocar este comando en otro lugar habría hecho la acción más fluida: una lástima), para poder herir a enemigos del mismo tono: un elemento más de desafío, que se deja sentir sobre todo durante las secuencias más agitadas, como en el excelente combate contra el jefe que cierra la aventura.

Más allá de esta mecánica, los escenarios también presentan situaciones muy diferentes: en algunos casos tendremos que resolver pequeños puzles ambientales y secciones de plataformas para poder continuar, en otros tendremos que movernos bajo el agua durante gran parte del tiempo, o encontrar el camino correcto dentro de un laberinto o tener cuidado con los rayos que caen del cielo mientras exploramos el mapa.

La inevitable repetitividad resultante de la obligación de volver a jugar las mismas fases en caso de game over se ve compensada, al menos en parte, por la variedad de la acción y los caminos alternativos que se pueden desbloquear a medida que recuperas cristales. Por supuesto, como se ha mencionado los disparos son los que son, la novedad de los colores deja bastante que desear, y después de dedicar unas decenas de horas a la campaña principal puede que a estas alturas este montaje ya te haya cansado: de ti depende decidir si sigues queriendo Far Cry 6 o no.

Realización técnica: experimentación limitada

Ya hemos comentado que los escenarios de Lost Between Worlds son capaces de ofrecer vistas realmente evocadoras, mezclando algunas de las localizaciones de Yara con construcciones novedosas, cristales que surgen de todas partes y objetos suspendidos en el vacío, similares a la Dimensión Espejo de las películas de Doctor Extraño, pero sin llegar claramente a esos niveles. El resultado final es agradable, lástima que el diseño de los enemigos sea tan banal.

Del sonido hay poco que decir: la expansión prácticamente no tiene música, los efectos son funcionales a la acción y los diálogos en inglés están bien interpretados, pero su escucha ha reabierto una herida: sin duda recordarás que Far Cry 6 es el primer capítulo de la saga que no cuenta con doblaje en italiano, y realmente esperamos que sea un caso aislado para Ubisoft, porque está claro que una localización completa habría contribuido al éxito de este producto también en Italia.

Reflexiones finales

Lost Between Worlds añade sorprendentemente una nueva expansión al contenido post-lanzamiento de Far Cry 6, que hasta ahora se ha caracterizado por la experimentación en el frente estructural y algunas ideas indudablemente atractivas, aunque no siempre llevadas al mejor efecto. Una vez más, nos encontramos ante una aventura de estilo roguelike, con suficiente sustancia para entretener durante unas horas y una buena variedad de situaciones dentro de unos escenarios que a menudo resultan visualmente impactantes. Sin embargo, las limitaciones de las armas del juego base siguen presentes, y puede que ya estés harto: depende de ti aceptar o no este último desafío de Twilight Zone.

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